La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que en la Unión Europea es donde más se consume alcohol. Si bien, en España nos situamos por debajo de la media, pero no mejoramos de forma notable. Según las estadísticas del Observatorio Español de Drogas y Toxicomanías la población masculina de entre 45 y 64 años es la más habitual en esta práctica.
Este informe confirma en la actualidad comenzamos a beber a una edad más temprana con respecto a los años anteriores. Se estima que en torno a los 13 ya se ha probado el alcohol y que los adolescentes entre 14 y 18 años lo consumen de forma habitual en sus salidas nocturnas. Por lo tanto, cuatro de cada cinco personas, un 78,3% en nuestro país, ha consumido esta sustancia en el último año.
Si nos fijamos en las estadísticas en función del sexo, vemos que un 15% de los hombres bebe todos los días, frente al 4,5% de las mujeres. Siendo la bebida predilecta la cerveza o la sidra seguida por el vino o champán.
En España en la región que se bebe más es en Asturias, seguida por La Rioja, el País Vasco, Aragón, Galicia y Cataluña. La comunidad en la que se establece un consumo menor es en Ceuta, con un porcentaje muy bajo.
Con respecto a Europa, España se encuentra por debajo de la media. El país con más consumo de alcohol es el Reino Unido. En segundo lugar, se encuentra Luxemburgo, en tercero Dinamarca y en cuarto Alemania.
Estas cifras nos acercan un poco a la realidad vigente sobre el alcoholismo en Europa. No obstante, veamos con más detalle en qué consiste el consumo de alcohol, cuáles son sus causas, síntomas y tratamiento.
¿Qué es el alcohol?
El alcohol es una droga legal, al igual que el tabaco. Se caracteriza por ser depresora del sistema nervioso central (SNC) lo que origina la desinhibición de la persona al bloquear los centros cerebrales del autocontrol.
Al contrario de lo que se cree, no es una droga estimulante. Al comienzo se siente euforia, pero es porque está inhibiendo los centros cerebrales, no porque genere este estado.
Se considera la droga socialmente más aceptada. Se utiliza en eventos, bodas, comuniones, fiestas, guateques… Ocupa un papel central en una cerebración. Es por esto por lo que es tan consumida y poco controlada, ocasionando grandes problemas sociales y sanitarios.
¿Cómo comienza el alcoholismo?
El alcoholismo es una enfermedad que se caracteriza por la dependencia física hacia el alcohol. Esto quiere decir que la persona necesitará consumir esta sustancia para sentirse bien. No obstante, no le servirá la misma cantidad. El cuerpo poco a poco se irá volviendo tolerante por lo que necesitará ingerir cada vez, una cantidad más grande.
Antes de padecer alcoholismo, la persona comienza a abusar del alcohol. En esta primera etapa no es físicamente dependiente, lo consume porque quiere o le produce una salida de escape. En este tiempo comienza a tener problemas relacionados con el trabajo, el colegio, el hogar, las relaciones personales y la ley.
Puede pensar que domina las situaciones cuando estas son peligrosas. Por ejemplo, conducir en estado de embriaguez o comenzar una pelea.
¿Por qué comienza el consumo de alcohol?
Una persona puede comenzar a consumir alcohol por varios motivos. El primero, que necesite olvidarse de su vida y vea esta sustancia como una salida. Mientras está borracho su cerebro no piensa, se siente más fuerte y poderoso, capaz de realizar cualquier cosa. Es un estado imaginario que hace que la persona se crea más valiente.
La segunda causa, sentir valentía para cometer un acto que no haría si no estuviera bajo los efectos del alcohol. Por ejemplo, hablar con su ex pareja, buscar pelea o tomar una decisión peligrosa.
Y la tercera, por el grupo social. Esto sucede sobre todo en adolescentes. Si los amigos o compañeros consumen alcohol, la persona también lo hace. Según la encuesta sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES) realizada por el Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías (OEDT) dos de cada 10 adolescentes se ha tomado una borrachera.
Estos datos ponen de manifiesto que las chicas son las que consumen con más riesgo. Un 37,3% frente a un 26,3% en los chicos. Por lo tanto, más de la mitad de los adolescentes de 15 años ha participado en un botellón en el último año.
Otras causas comunes del alcoholismo
Los factores internos como la depresión, el miedo, el estrés continuo o los traumas pueden desencadenar en consumo de alcohol. Suelen ser personas con pocos recursos personales, con baja autoestima, que no tienen un círculo social fuerte o estable.
El estilo de vida y el entorno en el que se relacionan. Como comentamos en el punto anterior, el grupo social puede influir. No obstante, si la persona suele tener un estilo de vida poco saludable, es probable que caiga en el consumo del alcohol. Además, suele asociarse con una probabilidad alta el consumo del tabaco u otras sustancias con esta que estamos tratando.
Escasas habilidades sociales. Normalmente las personas que caen en el alcoholismo no saben relacionarse con los demás de forma adecuada. No tienen habilidades suficientes o consideran que no son capaces. Esto genera que se aíslen cada vez más en sí mismos por lo que es una causa muy habitual.
Problemas con la familia o la pareja. Si hay problemas con el círculo más cercano y no se saben gestionar de otra forma, es probable que se recurra al alcohol como vía de escape.
¿La genética es una causa?
La investigadora y psicóloga Carroll Prescott de la Universidad de California en San Diego, encontró evidencias de esta relación. Al parecer niños de familias alcohólicas dados en adopción presentaban más propensión al alcoholismo que el resto. Según sus estudios hay determinados genes que determinan el funcionamiento del conocido como “sistema de recompensa”.
Otro investigador, Jiménez Arriego concretó que los descendientes de familias alcohólicas tienen más probabilidad de desarrollar esta enfermedad a edad más temprana.
Por otra parte, si los padres o familiares cercanos tienen tendencia a ingerir bebidas, los niños o adolescentes pueden adquirir esta conducta por habituación. Es decir, una exposición continuada a un mismo estímulo – en este caso beber alcohol – genera que sea “normal” y que, por lo tanto, se habitúen a su realización.
Test: ¿Cómo puedo saber si padeces alcoholismo?
Si quieres saber si padeces alcoholismo debes saber que hay una serie de preguntas que son muy comunes. Las hemos recopilado a continuación, para que puedas salir de dudas y descubrir qué te está sucediendo. Estas son:
¿Te sientes avergonzado o culpable por consumir alcohol?
¿Mientes u ocultas a los demás tus hábitos de consumo?
¿Tus familiares cercanos o tus amigos están preocupados por tus conductas?
¿Necesitas el alcohol para sentirte mejor o relajarte?
¿Pierdes el conocimiento mientras bebes? ¿Olvidas lo que haces?
¿Bebes regularmente más de lo que piensas?
El consumo de bebidas alcohólicas es común en muchas culturas y eventos sociales. Por eso suele ser bastante común su uso, pero no su abuso. Si has respondido afirmativamente a tres o más de las preguntas anteriores, te aconsejamos que busques ayuda profesional. Si has respondido no, pero tienes dudas, cuéntale qué te sucede a alguna persona cercana de tu entorno en la que confíes.
Cómo identificar a un alcohólico
Identificar a un alcohólico si es muy cuidadoso, puede ser una tarea difícil. Si bien, te vamos a presentar cuáles son los indicadores más comunes que puedes tener en cuenta. Así que, si sospechas que algún amigo, familiar o conocido, está abusando del alcohol o ya padece esta enfermedad, permanece muy atento.
Alta tolerancia al consumo
Este signo es el más fácil de ver. La persona poco a poco va a necesitar consumir con más frecuencia y mayor cantidad de esta sustancia. Así que, comenzará a beber de forma más habitual, en momentos en los que antes no lo hacía o en situaciones inesperadas.
Es importante ser muy paciente y fijarse en las rutinas o cambios que se producen en el ambiente de la persona. Si permaneces tranquilo te darás cuenta de si su consumo es crónico y perjudicial.
Escondites
Los alcohólicos son conscientes de que su comportamiento no es normal. Saben que serán reprochados o castigados por su mala conducta, que tendrá que cambiar. No saben cómo dejar de beber alcohol y tampoco son conscientes de que tengan un problema.
Por esto mismo, es habitual que busquen lugares de la casa donde esconder las bebidas. Por ejemplo, pueden esconder las botellas en el baño, en la cisterna, debajo de la cama, en el colchón, entre la ropa, dentro del calzado…
Si encuentras alguno de estos síntomas de alcoholismo te aconsejamos que busques ayuda cuanto antes. Al final de este artículo te proporcionamos asociaciones y páginas webs para más información.
Desaparición de joyas o dinero
Cómo dejar el alcohol se convierte en un auténtico problema cuando se venden objetos de valor. Estas personas se encuentran desesperadas y hacen lo posible por conseguir esta sustancia.
Por lo tanto, es muy habitual que en el hogar comiencen a desaparecer joyas, dinero, relojes… Cualquier objeto material que puede tener un valor importante. En estos casos suelen perderse cosas que han sido heredadas o que tienen un gran significado para la familia.
Problemas económicos
Unido al punto anterior se encuentran los problemas financieros. La persona que ya se ha vuelto dependiente física de esta sustancia deposita todos los céntimos que gana en esta bebida. No puede, o siente que no puede, vivir sin ella.
Así que, se empeña completamente. Puede, incluso, pedir un préstamo financiero o un crédito para seguir consumiendo. De esta forma, su familia también se encuentra involucrada, sobre todo si nos nombra avales de la devolución.
No obstante, debes saber que la persona no es consciente de todo el daño que está causando. Solamente focalizan su atención en satisfacer su dependencia al alcohol y nunca evalúan el daño o qué está sucediendo a su alrededor.
Comienza a ausentarse
Los alcohólicos poco a poco comienzan a aislarse de su círculo social. Evitan los encuentros o eventos especiales, las comidas con la familia, con los amigos y con la pareja. Cada vez más se encuentran sumidos en su mundo interior, lejos del resto de personas que pueden ayudarlo.
Es como si no quisieran salir de ese círculo vicioso. Sienten la necesidad del alcohol, beben, se sienten bien, dejan de beber y se sienten mal. Así que, vuelven a empezar una y otra vez, sin salir de la rueda en la que se han metido. Es importante acompañarlos y tratar de ayudarlos sin presiones.
Síntomas del abuso de alcohol o comienzo del problema
A continuación, vamos a señalar cuáles son los síntomas más comunes de que la persona está comenzando a abusar del alcohol. En esta etapa hemos de recordar que todavía no son dependientes a nivel físico, por lo que no son alcohólicos.
Si bien, están desarrollando una alta tolerancia a la ingesta de esta sustancia que puede derivar fácilmente en este problema. Estos son:
Olvida sus responsabilidades
El abuso de alcohol puede hacer que la persona descuide sus actividades cotidianas. Estas pueden ser el trabajo, la escuela o universidad, así como las tareas del hogar. Incluso suelen comenzar a tener bajo rendimiento académico, laboral o conductas inapropiadas como saltarse reuniones.
Beber en situaciones no adecuadas
En este punto nos referimos a beber en situaciones que no hay que hacerlo. Por ejemplo, el alcohol está asociado a eventos, celebraciones, fiestas o comidas. No obstante, no se considera adecuado beber durante el trabajo, antes o durante la conducción, así como en la institución de estudio.
Dentro de las situaciones no adecuadas introducimos las que son de más riesgo. Estas son mezclar el alcohol con medicamentos u otras sustancias no legales.
Problemas legales recurrentes
La persona que comienza a abusar del alcohol suele tener problemas con la ley. Estas suelen producirse principalmente por peleas en la calle o conducir bajo los efectos de esta sustancia.
Abuso y uso continuo
El alcohol suele causar problemas con la pareja, el trabajo o estudio y el vínculo cercano, el entorno de la persona. Cuando esto sucede, lo normal es dejar de consumir tanto o reducir su consumo.
No obstante, si se está abusando de forma recurrente estas personas suelen seguir bebiendo pase lo que pase. No importa que el resto se enfaden o estén preocupados, su conducta seguirá presente.
Beber como una vía de escape
Mucha gente bebe con el fin de relajarse, olvidarse de sus problemas o desestresarse. Esto es un problema, ya que si la persona lo asocia con esto querrá beber de forma más frecuente. El alcohol le ayuda a desinhibirse, a sentirse cómodo y a dormir. Así que es probable que cada vez que tenga un problema recurra a la bebida para evadirse de su vida.
Debemos destacar que no todos los abusadores de alcohol terminan convirtiéndose en alcohólicos. Si bien, es un factor que está muy relacionado ya que es el siguiente paso en la escala. Además, se irá notando como cada vez la persona puede consumir más esta sustancia debido al aumento de la tolerancia en el cuerpo.
Remedios para la resaca en esta etapa
Muchas personas que abusan del alcohol tienen en cuenta todos los remedios para la resaca. Hemos recogido los más habituales y frecuentes para que conozcas cuáles son. Si se bebe con moderación y en momentos muy puntuales, pueden ayudarte los consejos que te vamos a dar a continuación.
No obstante, cada vez te harán menos efectos si te conviertes en un alcohólico. Es muy importante que sepas cómo dejar de beber antes de desarrollar esta enfermedad. Recuerda que tu cuerpo desarrolla tolerancia, así que será muy difícil salir de ese camino. Es mucho más fácil entrar en él que salir.
Bebe mucha agua
Cuando pensamos qué tomar para la resacar lo primero que hacemos es beber agua. El cuerpo es sabio, necesita recuperar los líquidos perdidos. Por esto mismo, la persona que ha bebido de forma abusiva tiene mucha sed.
Se recomienda también que entre copa y copa se tome un vaso de agua. De esta forma, se rebaja el contenido de alcohol en sangre y nos encontramos mejor.
Elección de fármacos
Si eliges tomar un fármaco te aconsejamos que sea Ibuprofeno. No lo confundas con el Paracetamol. El primero es antiinflamatorio, mientras que el segundo se centra en el hígado y este órgano ya está funcionando.
Hay quién se la toma antes de irse a dormir, pero lo mejor siempre es tomarla cuando nos levantamos con algún alimento.
Las vitaminas lo mejor
Es necesario recuperar la vitamina C y B1. Así que, un producto que es bueno para la resaca y para tu organismo, es el zumo. Exprime en tu casa una naranja o tómala entera. Te alimentará y te encontrarás mejor.
Para la vitamina B1 opta por rehidratar tu organismo. Los frutos secos pueden ayudarte mucho en esta labor.
No ingieras comidas grasas
Uno de los síntomas más comunes de la resaca es que queramos tomar cosas grasas. Por ejemplo, hamburguesas. Olvídate de esto. El aparato digestivo se encuentra dañado y se tiene que volver a regular. Así que, no provoques más acidez.
Toma pasta, verduras o yogures. Cuida mucho lo que ingieres ese día para que no se inflame y te sientas peor.
Olvídate del café
El café es un irritante que provoca acidez. Puedes sustituirlo por el té. Te sentará mucho mejor y te ayudará a lidiar con la resaca. Además, contiene muchas propiedades beneficiosas para tu organismo.
Tomar más alcohol
Uno de los remedios más extendidos para la resaca es tomar alcohol. Por ejemplo, una cerveza o una copa de vino. Debes saber que una caña contiene propiedades antioxidantes, pero también alcohol. Así que lo único que hará será empeorar tu abuso.
La mayoría de personas que terminan padeciendo alcoholismo, optan por este remedio o solución. Por esto mismo, nosotros te aconsejamos que no recurras a él y elijas otra salida.
Síntomas del alcoholismo
Ahora que ya conoces cuáles son las señales que suele presentar una persona que comienza abusar del alcohol, debes saber cuáles son las del alcoholismo. Lo peor de esta enfermedad es que el sujeto tiene una dependencia física de la sustancia. Esto quiere decir que se siente obligado a ingerirlo para sentirse bien y poder seguir viviendo.
Las dos primeras señales de que se padece alcoholismo es la tolerancia y la retracción. Vamos a hablar de ellas detenidamente.
La tolerancia
La tolerancia comienza a desarrollarse poco a poco. La persona necesita cada vez beber un poco más para sentir los efectos que busca en el alcohol. Por lo tanto, toma más bebida y tarda más que otros en emborracharse.
Debes saber que la primera fase de la borrachera es la que se considera que “estamos contentos”. En la que nos sentimos desinhibidos como si pudiésemos hacer cualquier cosa.
Realmente es un problema cuando la persona bebe mucha cantidad para sentirse bien. Los daños en el organismo serán muy grandes y la dependencia comenzará a ser más extrema.
La retracción
La retracción es la segunda señal que presenta el alcohólico. Consiste en que la persona necesita tomar bebida para que su cuerpo se sienta mejor. Por ejemplo, puede presentar temblores y para que estos se vayan, toma una copa. Este es un síntoma de alarma muy notable.
Algunos de los síntomas que se asocian a la retracción son: ansiedad, nerviosismo, inestabilidad, temblor, sudoración, insomnio, vómitos, náuseas, depresión, fatiga, irritabilidad, dolor de cabeza y pérdida de apetito.
En los casos más severos pueden aparecer alucinaciones, convulsiones, agitación, confusión y fiebre. Hay que tener en cuenta que el abuso de estas sustancias en algunos casos puede dar lugar a otros trastornos psicológicos como la ansiedad, la depresión o la esquizofrenia.
Otros síntomas comunes del alcoholismo
No puede dejar el alcohol. Si tiene el deseo de querer parar la situación en la que se encuentra, pero no puede. Intenta reducir o detener el consumo sin ser capaz.
Problemas y mal entendidos. La bebida está dando lugar a conflictos y malas situaciones, pero aun así se sigue manteniendo en el día a día o de forma muy recurrente.
Renuncia a actividades que le gustan. Si antes practicaba algún deporte, iba al gimnasio o mantenía una reunión con amigos a la semana, esta deja de hacerse.
Adiós energía y enfoque
Al pasar tanto tiempo sumido en el alcohol y sus efectos es habitual que la energía se consuma. El enfoque de la persona se centra en la bebida y el resto pierden relevancia.
Alcohol y ansiedad
Existe una relación entre estos dos componentes. Los expertos lo denominan “patología dual”. Hoy en día se sabe que muchas personas afectadas de ansiedad beben para escapar de sus problemas. Y, también se sabe que el alcoholismo da lugar a cuadros de ansiedad.
Según los psicólogos Purificación de Vicente y Valderrama la relación de estos trastornos puede deberse a los siguientes mecanismos:
- Base genética. Hay estudios que ponen de manifiesto cómo personas con herencia genética de trastornos de alcohol y ansiedad tienen mayor probabilidad de sufrir esta última. En comparación con pacientes con carga genética solamente de ansiedad.
- Corto y largo plazo. A corto plazo el consumo de bebida puede disminuir la ansiedad, mientras que, si lo toma durante mucho tiempo aumentará.
- Aumento de síntomas. Las personas que suelen tomar alcohol de forma regular suelen presentar de forma frecuente reacciones de ansiedad.
Para tratar la ansiedad en estos casos hay que tener cuidado con los fármacos. Además, el consumo de bebida con estos suele tener efectos secundarios adversos. Por lo tanto, lo mejor es ayudarle a salir del alcohol para, después, sanar la ansiedad.
Cómo ayudar a un alcohólico
Ayudar a un alcohólico suele ser un proceso muy complicado y largo, pero no imposible. Es importante que antes de nada los miembros de la familia o personas cercanas sean conscientes de lo que sucede. No sirve de nada negarlo y con el tiempo irá empeorando.
Para empezar, hay una serie de cosas que no se pueden hacer. Por ejemplo, discutir, castigar, amenazar, hacerse la víctima, asumir responsabilidades, encubrir o fomentar su alcoholismo, beber con él o ella, sentirse culpable o responsable de lo que sucede.
Tratamiento
El primer paso ya está hecho: ser consciente del problema. El segundo paso para ayudar a la persona es acudir a un centro de desintoxicación. En estos lugares normalmente se trabaja mediante un equipo multidisciplinar para la recuperación.
Este equipo está formado por psicólogos, psiquiatras, médicos, trabajadores sociales, auxiliares, enfermeras… De esta forma se puede trabajar el tratamiento a todos los niveles.
El tratamiento consistirá en cambios en las rutinas y en los hábitos, pero también ayudarán a paliar los síntomas de abstinencia del alcohol. Estos comienzan después de pasar entre 12 y 24 horas sin ningún tipo de consumo. En estos momentos el paciente experimentará dolor de cabeza, debilidad, escalofríos, náuseas, deshidratación… Una especie de resaca, pero de mayor intensidad.
En la primera fase se establece la relación entre el paciente y el personal del centro. Se trata de crear un vínculo y de que se sienta cómodo para confiar y ayudar. En la segunda etapa se comienza la desintoxicación. Y, en la última fase se consolida lo aprendido y se mantiene.
Con el objetivo de ayudar a lo largo de todo el tratamiento se pueden crear grupos de autoayuda. En ellos los pacientes hablan entre ellos, se apoyan y se mantienen en el buen camino.
Prevención del alcoholismo
Un plan de prevención se centra en realizar campañas adecuadas hacia el público objetivo. Es decir, orientarlas hacia los jóvenes si son el foco central concienciando y creando información acorde a sus intereses.
Establece normas para evitar el abuso, el uso inadecuado o en situaciones peligrosas como la conducción. En este ámbito también se pueden crear campañas televisivas o en redes sociales. De esta forma, se llegará a más gente y se tratará de concienciar más.
Aumentar la sensibilización y la lucha contra este problema tan poco visible. El considerar el uso del alcohol y el tabaco como algo legal, siendo ambas drogas, genera que se normalice y las personas se habitúen a su utilización
Otra de las estrategias de prevención se centra en la restricción y regulación de su disponibilidad. En el aumento de los impuestos y precios para que sea más difícil su comercialización.
Asociaciones o entidades de ayuda
En España encontramos muchos centros de ayuda a la desintoxicación. Estos se encuentran repartidos por toda la península y las islas. Si se busca en internet centro de ayuda para el alcoholismo aparece una lista muy grande y, seguramente, en la población que te encuentres haya más de un lugar.
No obstante, vamos a comentar algunos a continuación por si se quiere contactar con ellos. En la zona de Asturias, Cantabria, Galicia y Castilla y León se encuentra el Instituto Terapéutico Astur. En Galicia y en Logroño el Proyecto Hombre suele ser muy destacado en este tipo de ayudas.
En Madrid hay el Instituto Castelao, el CT Grupo 4 y el Tavad. En Barcelona el centro privado Sinconsumir, el Instituto para la Promoción Social y de la Salud y el Centro de Investigación y Tratamiento de Adicciones (CITA). En Sevilla Narconon Mediterráneo y en Zaragoza Reto a la Esperanza o Centro Médico de Drogodependencia.
Antes de acabar este artículo queremos informar de que en la mayoría de lugares existen los Centros urbanos de rehabilitación de drogodependencias. Por lo tanto, es conveniente buscarlos y contactar con ellos. Suelen ser gratuitos, así que no hay ningún coste adicional. Si la persona decide ir a un centro privado, sí deberá asumir los gastos.
Ahora que ya tienes toda la información que necesitas sobre el alcoholismo, sus síntomas, consecuencias, tratamiento e información para ayudar a quién más lo necesita.