¿QUÉ ES LA HIPERTENSIÓN SISTÓLICA AISLADA?
Cuando el médico mide la presión arterial, siempre informa de dos cifras:
La primera es la presión arterial sistólica → la fuerza que se transmite a las arterias cuando el corazón bombea la sangre
La segunda es la presión arterial diastólica → la fuerza que se transmite a las arterias cuando el corazón descansa
Por lo general, las cifras se expresan como presión sistólica «sobre» la presión diastólica.
Por ejemplo, una lectura normal es menos de 140 sobre 90.
Si la presión arterial sistólica es superior a 140 pero la diastólica es inferior a 90, se habla de hipertensión sistólica aislada.
Es el tipo de hipertensión más común en las personas mayores.
A menudo, las personas no saben que tienen la presión arterial elevada a menos que su médico haga el diagnóstico, ya que no suele haber signos evidentes hasta que aparecen las complicaciones. Por ello, la hipertensión se denomina a veces «el asesino silencioso».
¿QUÉ PROBLEMAS PUEDE CAUSAR?
Todos los tipos de hipertensión, incluida la hipertensión sistólica aislada, pueden dañar lentamente el interior de las arterias y provocar cambios mínimos en las paredes.
Una sustancia química llamada colesterol LDL se acumula en estos vasos sanguíneos dañados y forma una capa llamada placa. Esto hace que las arterias se estrechen y este fenómeno aumenta aún más la presión arterial.
Cuando esto ocurre, las arterias que llevan oxígeno al corazón pueden bloquearse y esto puede provocar un ataque al corazón o un derrame cerebral (cuando el flujo de sangre se restringe o se interrumpe a una parte del cerebro).
En otras partes del cuerpo, la hipertensión puede dañar los vasos sanguíneos de la retina con el paso del tiempo y provocar déficits visuales, o dañar las arterias renales para que no filtren la sangre como deberían.
¿A QUIÉN AFECTA LA HIPERTENSIÓN SISTÓLICA AISLADA?
Las personas mayores son más propensas a padecerla porque la presión arterial sistólica suele aumentar con la edad.
Más del 30% de las mujeres mayores de 65 años y más del 20% de los hombres padecen esta enfermedad.
Si tus padres tenían presión arterial alta, es más probable que tú la tengas
Los afroamericanos son más propensos que otros grupos a tener la tensión arterial alta
¿CÓMO SE TRATA?
Si su presión arterial sistólica es demasiado alta, su médico puede recetarle medicamentos para reducirla.
Los medicamentos utilizados para controlar la presión arterial incluyen:
Diuréticos para ayudar a los riñones a eliminar el agua y el sodio del cuerpo
Betabloqueantes para hacer que los latidos del corazón sean más lentos y menos enérgicos
Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA), antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA) o antagonistas del calcio para dilatar y «relajar» los vasos sanguíneos
Inhibidores de la renina para evitar que los riñones produzcan una sustancia química que puede provocar un aumento de la presión arterial