3 consecuencias si mezclas alcohol y medicamentos

Efectos del alcohol en nuestro organismo
¿Qué efectos tiene el abuso del alcohol en nuestro organismo?

El alcohol etílico o etanol es el ingrediente básico de todas las bebidas alcohólicas. El alcohol NO ES UN NUTRIENTE y, por lo tanto, NO ES ESENCIAL; sin embargo, se genera energía a partir de su metabolismo: unas 7 Kcal por gramo, que es más que la que aportan los hidratos de carbono (4 Kcal/g) y las proteínas (4 Kcal/g).

El alcohol ha sido un producto popular desde la antigüedad: el vino se menciona en la Biblia, en el Antiguo Egipto la cerveza era la bebida de los constructores de pirámides, los antiguos griegos y romanos bebían vino. Este tipo de bebida ha conservado un fuerte valor social, convivencial y religioso en todas las culturas del mundo.

Cuando se consume en dosis moderadas, el alcohol puede favorecer la secreción gástrica y el aumento del apetito; en cambio, en dosis elevadas, puede afectar negativamente a las funciones fisiológicas y a la salud. El alcohol es una sustancia que no se encuentra en el organismo y que el cuerpo puede tolerar en cantidades moderadas, por encima de las cuales se empiezan a sentir los primeros efectos tóxicos, con efectos directos sobre las células de muchos órganos (hígado y sistema nervioso central). Además, incluso en dosis bajas, puede provocar alteraciones en el estado de conciencia, inducir adicción e interactuar negativamente con muchos fármacos (antibióticos, antidepresivos, antiinflamatorios y analgésicos).

Una vez en el cuerpo, el alcohol debe ser metabolizado y eliminado (aliento, sudoración, orina), ya que produce acetaldehído, una sustancia tóxica y cancerígena. El metabolismo del etanol es, en su mayor parte, responsabilidad del hígado, cuya capacidad para metabolizarlo depende de numerosos elementos (mayor o menor producción de enzimas específicas, cantidad de líquidos corporales, edad, sexo…) y varía de un individuo a otro. Esto, combinado con la habituación, explica la diferente tolerancia al etanol que se encuentra en diferentes personas.

En los últimos años se ha hecho mucho hincapié en la presencia en el vino, especialmente en el tinto, de sustancias beneficiosas y antioxidantes como el resveratrol. Sin embargo, hay que precisar que estas sustancias están contenidas en el vino en porcentajes insignificantes y a menudo son inactivadas por otros componentes presentes en el propio vino. Además, se pueden encontrar mayores cantidades de antioxidantes en muchos otros alimentos, especialmente en las frutas y verduras frescas de temporada.

ALCOHOL Y DEPORTE: UNA RELACIÓN IMPOSIBLE

Despejemos el mito de que el alcohol proporciona un aporte nutricional de hidratos de carbono y es una bebida que quita la sed: no mejora la disponibilidad de energía ni la capacidad de trabajo, y no sustituye los hidratos de carbono gastados en el trabajo muscular. Otro concepto erróneo es que el metabolismo del etanol se acelera con la actividad física.

Se ha demostrado que el consumo de alcohol tiene un impacto negativo en el rendimiento deportivo. El consumo de cualquier cantidad de alcohol en las 24 horas anteriores a la actividad reduce el rendimiento aeróbico en aproximadamente un 11%. Además, el consumo semanal de bebidas alcohólicas duplica la probabilidad de lesiones registradas por los deportistas de cualquier disciplina. La ingesta de bebidas alcohólicas perjudica el rendimiento físico de varias maneras: disminuye la utilización de la glucosa y los aminoácidos por parte de los músculos esqueléticos, altera el equilibrio energético y perjudica el metabolismo durante la actividad física.

Las resacas tienen efectos negativos significativos en el rendimiento. La embriaguez está causada por la toxicidad del alcohol y la deshidratación. Suele caracterizarse por depresión, dolores de cabeza e hipersensibilidad a los estímulos externos. También reduce la agudeza mental y daña el sistema motor provocando un deterioro de las habilidades psicomotoras, incluyendo el tiempo de reacción, la precisión de los movimientos y la coordinación general. Disminuye el equilibrio y el control postural.

Deja un comentario