Ejercicios Kegel para hombre

Ejercicios de Kegel para hombres: ¿para qué sirven y cuándo son útiles?
Aunque fueron ideados durante la primera mitad del siglo XX, los ejercicios de Kegel están experimentando un notable redescubrimiento en los últimos tiempos, debido principalmente a su utilidad y a la creciente atención de médicos y fisioterapeutas.

Este tipo de gimnasia, cuyo valor está reconocido a nivel científico, tiene como objetivo tratar diversos trastornos causados por el debilitamiento progresivo del suelo pélvico.

Estos trastornos incluyen la incontinencia urinaria y ciertos problemas relacionados con la esfera sexual, como la anorgasmia en las mujeres y la disfunción eréctil y la eyaculación precoz en los hombres.

La semana pasada hablamos de los ejercicios de Kegel para mujeres, ahora vamos a centrarnos en los ejercicios de Kegel para hombres.

Los ejercicios de Kegel para hombres consisten en contracciones voluntarias de los músculos del suelo pélvico, es decir, la zona terminal de la cavidad abdominal, que sostiene los genitales, el recto, la vejiga y la uretra.

El músculo más importante de esta zona es el pubococcígeo, que regula el flujo urinario y las contracciones provocadas durante la estimulación sexual y el orgasmo.

Hay muchos factores que pueden reducir la función del músculo pubococcígeo, entre los que destacan la obesidad y los esfuerzos repetidos.

La técnica básica de los ejercicios de Kegel para hombres


En los años 40, el ginecólogo estadounidense Arnold Kegel desarrolló una serie de movimientos repetitivos que son la solución más sencilla e inmediata para resolver o controlar cualquier trastorno de la región perineal.

Estos trastornos pueden afectar a hombres de cualquier edad.

Los ejercicios de Kegel pueden realizarse en cualquier lugar y en cualquier momento del día; no son embarazosos y son muy útiles para recuperar el tono perdido de los músculos que componen el suelo pélvico.

La técnica que sugieren los médicos y fisioterapeutas sólo se puede llevar a cabo después de que la vejiga se haya vaciado por completo, el riesgo de contravenirla es que los efectos que se obtengan sean contrarios a los esperados, por si tienes dudas:

En primer lugar, es necesario localizar el músculo pubococcígeo: para ello, puede ser útil probar a detener el flujo urinario durante unos instantes en la micción.

La contracción realizada indicará la posición exacta del músculo pubococcígeo.

Los ejercicios de Kegel consisten en contraer los músculos del suelo pélvico durante 5-10 segundos, y luego soltarlos y relajarlos durante el mismo número de segundos.

Es necesario realizar diez repeticiones en total, que pueden completarse tres o cuatro veces a lo largo del día.

Mientras se realizan estos movimientos, es esencial relajarse y mantenerse concentrado en la respiración.

Es igualmente importante no exagerar y realizar la rutina bajo la estrecha observación de un médico o fisioterapeuta, incluso en casa.

El dolor o la incomodidad son señales de que esta práctica debe interrumpirse inmediatamente.

Ejercicios de Kegel: algunos consejos


Los que prueban la gimnasia de Kegel al principio también tienden a contraer los músculos más cercanos al pubo-coccígeo, incluyendo el abdomen y los que rodean el ano.

Sin embargo, con el tiempo y la instrucción de un fisioterapeuta experimentado, será posible familiarizarse y aislar correctamente el músculo pubococcígeo.

Desde un punto de vista estrictamente médico, los ejercicios de Kegel son muy útiles a cualquier edad, aunque pueden causar algunos efectos indeseables de vez en cuando.

Precisamente por ello, es aconsejable consultar a un especialista antes de realizar este tipo de actividad, para saber si la gimnasia de Kegel puede aportar beneficios apreciables en relación con la patología o trastorno que se padece.

Se debe buscar el consejo de un especialista sobre todo en caso de incontinencia, ya que las contracciones mal realizadas pueden reducir aún más la capacidad de la vejiga y, con ella, la regulación del flujo urinario.

A largo plazo, la erección y la eyaculación también pueden verse afectadas.

El papel de los ejercicios de Kegel para los hombres jóvenes


Una de las disfunciones más comunes entre los hombres jóvenes es la eyaculación precoz.

Para comprender mejor cuáles son los efectos positivos de los ejercicios de Kegel en relación con este problema, es necesario comenzar con una breve consideración anatómica: los músculos y ligamentos que componen el suelo pélvico desempeñan un papel fundamental tanto en la provocación como en la prolongación de la erección.

También desempeñan un papel activo durante la eyaculación.

Esto explica por qué los ejercicios de Kegel pueden aportar un beneficio considerable a todas las personas que sufren trastornos sexuales.

Cuando se realizan a una edad temprana y se combinan con una terapia destinada a curar el problema generalizado de la eyaculación precoz, los ejercicios de Kegel tienen un grado de eficacia muy alto, del 60%.

Y las primeras mejoras se notan ya en las dos o tres primeras semanas.

Para obtener resultados óptimos, incluida la resolución o el alivio del problema, es necesario esperar al menos tres o cuatro meses.

Según los resultados de una investigación llevada a cabo por un grupo de andrólogos de la Universidad de Milán, el tratamiento fisioterapéutico de los músculos del suelo pélvico puede tener claros efectos beneficiosos, especialmente en los jóvenes que sufren trastornos directamente relacionados con un suelo pélvico debilitado.

Gimnasia de Kegel en la tercera edad


Los efectos positivos de los ejercicios de Kegel son muchos y están descritos con precisión en un gran número de publicaciones médicas.

En concreto, la gimnasia de Kegel es especialmente eficaz en el tratamiento y la prevención de la incontinencia urinaria, un trastorno tan molesto como extendido, sobre todo en pacientes de más de 80 años.

Este problema influye negativamente en la calidad de vida de los enfermos y sus cuidadores, que pueden beneficiarse de la orientación y el apoyo constante de los profesionales.

Numerosos estudios indican que la epidemiología de la incontinencia urinaria supera el 25% de la población masculina mayor de 80 años.

En este caso, los ejercicios de Kegel son el paso inicial de la terapia, destinada a reeducar y restaurar la funcionalidad de los músculos que componen el suelo pélvico.

Una musculatura pélvica sana puede favorecer una notable mejora de la función de la vejiga, el esfínter urinario y el intestino.

Si estos ejercicios no son suficientes para resolver el trastorno en cuestión, la cirugía puede ser la mejor solución.

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