Qué es el bruxismo
El bruxismo es una afección en la que el rechinar de dientes se debe a la contracción involuntaria de los músculos de la masticación. De hecho, el bruxismo consiste en el frotamiento, asociado al apretamiento involuntario y violento de los dientes. Esta manifestación es más pronunciada durante las horas de sueño y se identifica bajo el epígrafe de parafunción, es decir, una actividad anormal que no sirve para nada.
El fenómeno no es continuo, dura sólo unos segundos y suele repetirse varias veces durante la noche, generalmente en la segunda fase del sueño, aunque se han registrado episodios de bruxismo durante la fase REM, aunque son muy raros.
Si no se trata adecuadamente, esta afección puede dar lugar a complicaciones desagradables como el dolor de la articulación templomandibular años después.
Síntomas: cómo se manifiesta el bruxismo
La manifestación más pronunciada del bruxismo es, sin duda, el rechinar de dientes, que, sin embargo, no siempre es percibido por las personas que practican esta parafunción. Los primeros signos indicadores pueden encontrarse ciertamente en los dientes, en particular en el esmalte, que puede limarse y adelgazarse. Cuando el bruxismo es extremadamente pronunciado, puede llegar a dañar, astillar o fracturar el diente, además de provocar una tensión muscular y arrousal en la mandíbula. Los síntomas del bruxismo incluyen:
- Rechinar y apretar los dientes
- Dolor en la mandíbula
- Fatiga de los músculos de la masticación
- Lesiones dentales
- Dolor de oído
- Dolores de cabeza
La correlación entre el bruxismo y las cefaleas es bien conocida y depende de la tensión continua de la articulación temporomandibular, que provoca cefaleas por tensión muscular. El bruxismo también puede afectar a la calidad del sueño, especialmente si depende de factores nerviosos, desarrollando un descanso inadecuado.
Bruxismo: causas
Las causas del bruxismo son difíciles de identificar, ya que en el desarrollo de esta parafunción pueden intervenir varios factores que a menudo actúan conjuntamente. El componente psicológico, los estados de ansiedad y el estrés juegan un papel importante en la aparición del bruxismo. Otros factores exógenos, como el abuso de alcohol, las drogas o el consumo de cigarrillos, también pueden tener una gran influencia en este trastorno. Las causas del bruxismo incluyen:
- Ansiedad y estrés
- Trastornos emocionales
- Trastornos del sueño
- Maloclusión
- Deformidades de la mandíbula
- Enfermedades musculares neurodegenerativas
El bruxismo en los niños puede ser consecuencia de una otitis o de trastornos dentales y se supone que la manifestación del rechinamiento puede ser un intento inconsciente de reducir los estímulos dolorosos que percibe el niño.
Bruxismo: remedios
Los remedios para el bruxismo tienen como objetivo proteger los dientes y los músculos de la mandíbula. Básicamente, la única forma de tratar esta parafunción es el uso de un mordedor, una especie de protector bucal que se utiliza durante la noche para evitar el roce.
Cuando la causa es una desalineación de la mandíbula, se utiliza un tratamiento dental para corregir este trastorno. En los casos en los que la aparición del bruxismo está vinculada a alteraciones del espectro emocional, es necesario resolver los problemas subyacentes.
Consejos para el bruxismo
Cuando se produce un episodio de bruxismo, la mejor opción es ponerse en contacto con el dentista inmediatamente para remediar esta parafunción. Cuanto más esperemos, más consecuencias puede tener el bruxismo en la salud de nuestros dientes y músculos masticatorios.
Cuando se sufre de mucha ansiedad y estrés, es útil adoptar técnicas de relajación o contactar con un psicoterapeuta para resolver los problemas de raíz.
Debido a todos los factores que pueden contribuir al bruxismo, el tratamiento requiere, en muchos casos, un enfoque multidisciplinar.